No tenía claro al inicio si iba a conseguir hacer cada día
el pequeño esfuerzo físico y mental de publicar. Pequeño, sí, pero al no poder
faltar por ninguna circunstancia, no ha sido sencillo. Y al no serlo, la
llegada a la meta ha sido más
satisfactoria. Lo importante de llegar es lo que se ha aprendido en el
camino. Y creo no hubiera valido la pena
llegar a la meta si uno no hubiera gozado del viaje. Y yo lo he hecho.
Ha transcurrido por diferentes lugares (Gata, Jávea,
Barcelona, Soria, Galicia, Toledo, Euskadi) y he procurado cada vez mostrar
algo que llamara la atención.
Observo ahora que tal vez haya estado demasiado serio (creo
que por las circunstancias). No suelo ser así pero…
Sin duda soy el peor crítico de mi mismo pero he puesto mi
mayor interés siempre. Si no ha salido mejor es porque no sé hacerlo mejor. Otra cosa será
que haya realmente conseguido la atención de los amigos, que era la parte
importante del camino junto con mi interés de andarlo.
Algunos seguidores me han preguntado “¿y ahora qué?”. Pues...
sentarme unos días al borde del camino, echar la vista atrás y ver: Primero qué lecciones saco de la experiencia; segundo cómo la puedo
materializar, y tercero decidir qué otro “viaje” emprendo, porque alguien dijo
que "el mejor de los viajes siempre es el próximo." Pues... ¡hasta entonces!.
Un abrazo.
Foto. Pablo Mulet.