Si Don Quijote hubiera cabalgado por estas tierras
habría batallado contínuamente con los gigantes,
porque se habría tropezado con muchos molinos de viento.
El grano se convertía en harina
principalmente en los molinos situados en las cumbres
de esta comarca de la Marina Alta
hasta que a finales del siglo XIX
las fábricas de harina movidas a vapor
hicieron que se abandonaran.
El tiempo y la incuria ha dejado a estos tres,
antaño orgullosamente enfrentados a los vientos
Xaloc, Mestral, Llevant y Ponent,
convertidos en solitarios torreones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario